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miércoles, 29 de agosto de 2012

“Las primeras cubanas que pasearon en avión en Cuba”

“Las primeras cubanas que pasearon en avión en Cuba”

Por: Taimí Antigua Lorenzo

Fotos de Internet

Según está registrado, las primeras mujeres que se pasearon en avión en Cuba no fueron “pilotos con diploma”, sino mujeres de clase alta que tuvieron la posibilidad de “darse un paseíto en avión” sobre La Habana. Ellas fueron Rosalía Abreu, hermana de la célebre Martha Abreu y dueña de la finca "Las Delicias", conocida popularmente como “Finca de los monos”, así como la escritora Laura Zayas Bazán y Pilar Samoano del Toro, quien fuera propietaria del hotel Telégrafo desde 1895 hasta septiembre de 1908.

                                                            Finca de Los Monos

                                                                                       Hotel Telégrafo
Aunque ellas en realidad no dieron más que una pequeña “vuelta” sobre el campo militar de Columbia, en Marianao, hay que reconocerles su valor. Si bien la travesía fue corta, estas habaneras tuvieron “los calzones” bien puestos. Téngase en cuenta que en aquellos tiempos la aeronáutica estaba aún en ciernes y que las mujeres eran tildadas con adjetivos bastantes despectivos cuando hacían algo que se suponía sólo era “cosa de hombres”.

Como no tenían licencia como pilotos, no volaron solas, sino acompañadas
de Domingo Rosillo del Toro (1878–1957) un argelino hijo de españoles aplatanado en la Isla, que tripulaba un pequeño avión.
                                                       Domingo Rosillo del Toro

Probablemente el hecho de que Pilar Samoano del Toro haya volado junto a Domingo Rosillo, tenga que ver con un posible parentesco de éste con su esposo, Guillermo del Toro.

Pero fue Bertha Moradela la primera mujer que obtuvo en Cuba la licencia de piloto.

                                                                          Bertha Moradela
Tenía una difícil su situación económica y pensó que la aviación sería como una segura fuente de empleo. Consiguió su objetivo pese a las discriminaciones que sufrió por su género. El 23 de mayo de 1930 realizó su primer vuelo y recibió su título después de 53 horas de entrenamiento. Lo que no he hallado registro alguno que indique el punto de partida ni el de llegada. Se dice que llegó a acumular más de 200 horas de vuelo.


Algunas otras mujeres siguieron su ejemplo, como Coralia Roque de la Nuez, quien tras lograr licencias como piloto deportivo y piloto comercial, se alistó, en los días de la II Guerra Mundial, en la base aérea de San Antonio de los Baños, para ir al frente de batalla. Pero como era de imaginar por su condición femenina, su solicitud no fue aceptada.

Como nota curiosa les comento que Laura Zayas Bazán fue esposa de Virgilio Zayas Bazán, un dentista camagϋeyano nacionalizado estadounidense en 1892, que viajó a Cuba en 1907 junto a su esposa para llevar el esquema dental de J. Martí cuando sus restos fueron exhumados por segunda vez para poder cotejarla con sus restos y así poder darlos como auténticos.

                                                  Consultorio del Dr. Zayas Bazán en New York.
Por ser simpatizante del General José Miguel Gómez, Doña Pilar Samoano donó a éste un sillón especial para que lo utilizara como silla presidencial cuando tomó posesión. Este sillón se hizo famoso y fue utilizado por casi todos los presidentes de la república y se le conocía como "la Silla de Doña Pilar."

DÉCIMA HUMORÍSTICA
“Él abanico de Rosalía”
Por: Olimpia Pombal Duarte
 
Me ha pedido Rosalía
que le pinte un abanico;
yo acepté, pues no soy rico
y ella me paga por día.
Lo malo fue que tenía
una increíble obsesión
por los monos. Su afición
se extendía hasta los gatos,
así que en algunos ratos
plasmé mi imaginación.
Por complacer a la dueña,
como modelos tomé
a un fumador chimpancé
y un gato siempre a la greña.
Ambos casi me hacen leña;
quedé puesto y convidado,
y de tal modo agotado
que decidí no firmar
mi obra, y no regresar.
¡Soy un pintor estresado!



sábado, 25 de agosto de 2012

“Dos Inés: un nuevo mundo”

“DOS INÉS: UN NUEVO MUNDO”
Por: Taimí Antigua Lorenzo

Parte I
De la época de la colonización y conquista de América se destacan muchas mujeres por su valor, pero les traigo las historias de dos de ellas que marcaron un hito ya fuera por su valor, su belleza, su fidelidad al ser amado o por su maldad.

Una fue Inés Suárez, quien nació en Plasencia, Extremadura, España. Muy joven se casó con Juan de Málaga, un aventurero que se embarcó con destino a Panamá. Como éste no regresaba en 1537, ella se fue hacia las Indias en su búsqueda. Al llegar supo que había muerto en una batalla. Como compensación le dieron una pequeña extensión de tierra y una encomienda de indígenas en el Cuzco. Allí conoció a Pedro de Valdivia, maestro de campo de Pizarro. Entre ambos se forjó una estrecha relación que los llevó a ser amantes.

                                                        Pedro de Valdivia

En 1539 marchó junto a Valdivia en su expedición a las tierras de Chile como sirvienta doméstica, ya que Pedro era casado, y la Iglesia no veía bien este tipo de relación. En el viaje prestó diversos servicios y fue considerada entre los conquistadores como mujer de extraordinario arrojo y lealtad, discreta, sensata y bondadosa.
Cerro "Doña Inés"

Cuentan que estando los exploradores apunto de perecer de sed en el desierto de Atacama, Inés ordenó a un indio cavar en tierra húmeda y hallaron un pozo, que aún da agua en nuestros días. En agradecimiento a esta acción que salvó a los españoles, Valdivia dio gracias a Dios y puso el nombre de la dama a un cerro que se divisaba.

        Ella vestía cota de malla, animaba a los soldados con su palabra y con su ejemplo, peleaba junto con ellos y curaba a los heridos para que volvieran pronto a la refriega. En diciembre de 1540 fundaron la capital del territorio junto al río Mapocho. Como los naturales se mostraron muy hostiles, Valdivia envió una embajada con regalos a los caciques locales a fin de hacer la paz. Éstos, aunque aceptaron los presentes, lanzaron luego un ataque contra los forasteros. A punto estaban de derrotar a los españoles, cuando huyeron en estampida.

Dijeron que fue por haber visto "a un hombre montado sobre un caballo blanco que, empuñando una espada, bajó de las nubes y se abalanzó sobre ellos". Esto fue considerado por los españoles como una aparición milagrosa de Santiago, por lo que dieron el nombre de Santiago de la Nueva Extremadura a la recién fundada ciudad. En esta acción siete caciques fueron hechos prisioneros.

Pero en septiembre de 1541, estando Valdivia fuera de la ciudad, indígenas guerreristas la atacaron con una tropa de casi 20,000 hombres. Pese a contar los españoles con caballería y mejores armas, los indígenas le prendieron fuego y estaban a punto de aniquilar a los españoles cuando Inés, quien sólo había atendido a heridos hasta entonces, fue a donde se hallaban los cacique rehenes y comenzó a decapitarlos y a lanzar sus cabezas. Los atacantes huyeron espantados. A partir de ese momento todos la trataron como si fuese un valiente capitán, y no una mujer disfrazada de soldado con cota de hierro.

Por su valor en esta batalla Valdivia le otorgó una condecoración en 1544.

 Pero su unión de más de diez años no era bien vista por vecinos de marcado fervor religioso. Para 1549, teniendo Inés 42 años, Valdivia arregló su casamiento con Rodrigo de Quiroga, uno de sus mejores capitanes, con quien luego llevó una vida tranquila y religiosa.
   Gabinete de Inés de Suárez en el Museo del Carmen de Maipú.

Junto a su marido contribuyó a la construcción del templo de la Merced y de la ermita de Monserrat, en Santiago. No tuvo hijos y murió alrededor del año 1580, ya de avanzada edad.

Iglesia de La Merced

Basada en su historia Isabel Allende escribió la novela “Inés del alma mía”.

Inés del Alma mía de Isabel Allende

Isabel Allende presentando su libro

Parte II


La otra "Inés" de leyenda fue Doña Inés de Hinojosa, natural de Barquisimeto, Venezuela, era una hermosa mujer de respetable riqueza, poseía diversas casas y haciendas. De carácter fuerte y dominante, era sumamente caprichosa, ardiente y apasionada.


Se casó en el pueblo de Carora con don Pedro de Ávila, jugador y bebedor, quién como no tenía su propio dinero, gastaba a manos llenas el de Inés. Era además mujeriego, lo cual llenó de celos a su esposa, quien fue perdiendo el amor y se puso a dilucidar cómo deshacerse de él. Vio su oportunidad cuando al pueblo llegó don Jorge Voto. Éste era un profesor de música y danza, que se enamoró con locura de ella y juntos tramaron la muerte de Pedro.

                                                        Calle de Carora
 
Una noche al salir de una taberna, lo siguió y lo mató a cuchilladas. Cuando Inés lo supo salió a la calle llorando con desesperación, pidiendo el castigo para el asesino. Todo lo hizo con ademanes tan teatrales que atrajo la compasión del pueblo. Aunque las autoridades averiguaron el crimen, no pudieron descubrir a sus autores.

El músico se trasladó a Pamplona en el Nuevo Reino de Granada. Luego Inés lo siguió; allí se casaron y fijaron su residencia. A doña Inés la acompañaba desde Carora su sobrina doña Juana, una bella joven.
                                           Interior de casa de la época en Tunja

  Pasado un tiempo se trasladaron a la ciudad de Tunja (actualmente capital del departamento colombiano de Boyacá), que tenía fama en el Nuevo Reino de Granada por su cultura y su bella arquitectura. Allí se ubicaron en una mansión frente a la casa del Escribano Vaca, cuñado de don Pedro Bravo de Rivera, encomendero de los indios de Chivatá.

Como Jorge Voto vivía muy ocupado en sus clases y en viajes que hacía a Santafé de Bogotá, ello favoreció el inicio de nuevos amores entre Inés y Pedro Bravo de Rivera, el encomendero. Para disimular sus visitas, éste comenzó un noviazgo con Juana, la sobrina de Inés. Luego arrendó la casa contigua y mandó a hacer una puerta clandestina en el muro que separaba ambas edificaciones. Y para llegar a la plenitud de su amor, decidieron asesinar a Jorge Voto.
  Carora en el mapa

Era el año 1571 y cierta noche, tras una opípara cena para celebrar el noviazgo de Juana, don Pedro Bravo de Rivera, su hermano don Hernán Bravo de Rivera, y don Pedro de Hungría, sacristán de la iglesia principal, hicieron salir de la casa a Jorge Voto con un pretexto y lo mataron cerca del río de la ciudad.

Inés de Hinojosa hizo lo mismo que en Carora, lloró a gritos y pidió castigo para sus asesinos. Pero el Corregidor de Tunja no le creyó pues ya circulaban rumores callejeros sobre sus amores con Don Pedro y realizó una investigación a fondo. La historia criminal de Inés pudo saberse gracias a que doña Juana, la sobrina, confesó todo.

Inés fue apresada en la iglesia donde se celebraba la misa a su esposo, y poco después también lo fueron don Pedro y Hernán Bravo de Rivera. Sin embargo, el sacristán Pedro de Hungría logró huir y nunca se supo su paradero.
    Calle del árbol, donde fue ahorcada Doña Inés de Hinojosa.

La bella Inés de Hinojosa fue ahorcada en el árbol plantado delante de su casa, un frondoso arrayán, mientras que el encomendero Pedro Bravo de Rivera murió degollado. Su hermano Hernán Bravo de Rivera también fue ahorcado en la picota. Desde entonces los tunjanos llamaron con terror a esa arteria del pueblo “la calle del árbol".

Cuenta la leyenda que el perro negro de doña Inés de Hinojosa permaneció durante varios días aullando bajo el árbol hasta que murió. Se decía que en horas avanzadas de la noche se veía el fantasma de la asesina y que una llama tenebrosa salía de “la calle del árbol” hasta perderse en la Catedral de Tunja.
                                                       Catedral de Tunja

Sobre esta mujer de leyenda Próspero Morales Pradilla escribió la novela “Los pecados de Inés de Hinojosa” que fue llevada a la televisión colombiana con Margarita Rosa de Francisco en el rol protagónico.
  

miércoles, 22 de agosto de 2012

“El Puente del Arcoiris sobre el río Niágara”

“El Puente del Arcoiris sobre el río Niágara”
Por: Taimí Antigua Lorenzo
Fotos: Taimí Antigua L. y otras de internet

Las Cataratas del Niágara es uno de los sitios turísticos más famosos del mundo. Muy cercano a la misma garganta de las cataratas está el Rainbow Bridge (Puente del Arcoiris), que conecta las ciudades de Niagara Falls, en Estados Unidos, y la de Niagara Falls en Ontario, Canadá.


El puente se extiende a lo largo de 290 metros, y cada vez que voy y lo miro pienso ¡Cuánto daría un cubano por estar aquí! Rectifico: “para cruzar para el otro lado”.

El Rainbow Bridge fue construido para reemplazar al antiguo Honeymoon Bridge, que colapsó el 27 de enero de 1938 a causa de un atascamiento de hielo en el río. Una comisión conjunta canadiense y estadounidense ya había considerado la urgente necesidad de hacer uno nuevo.

Para ello se eligió un diseño del arquitecto Richard (Su Min) Lee que después volvió a usarse para el puente Lewiston-Queenston, 10 km río abajo. Durante su gira por Canadá en 1939, el Rey George VI y la Reina Elizabeth le dedicaron un monumento. La construcción comenzó en mayo de 1940 y fue abierto oficialmente el 1º de noviembre de 1941.

El texto grabado en la tarja de este monumento explica el origen bíblico del término "Arcoiris".


Varias carreteras conectan a ambos países con el puente. Del lado canadiense hay una torre (Rainbow Tower) de 50.3 metros con un carrillón de 55 campanas que se tocan varias veces al día. Antiguamente era manual, pero desde mediados de los 90 está automatizado.
El puente no permite el paso a camiones comerciales; éstos tienen que pasar la frontera por el puente Lewiston-Queenston.
El lado canadiense tiene las mejores vistas y un carácter muy distinto que el de su contraparte en los Estados Unidos.
De este lado, los lugares para observar las cascadas tienen hermosos parques con jardines delicadamente mantenidos, pero detrás de eso, las colinas están cubiertas con altísimos hoteles, casinos y numerosas atracciones turísticas. Hay hasta una tienda de Habanos.


También hay un globo aerostático que ofrece paseos desde el lado estadounidense y pequeños barcos que llevan a los visitantes hasta la misma garganta de las cataratas, por lo que hay que ponerse capa para protegerse del agua.


Hay un paseo a lo largo de la calle con un muro donde se puede ver la tarja dedicada al poeta cubano José María Heredia, quien escribiera la famosa “Oda al Niágara”.


Desafortunadamente, este puente se puede congestionar bastante, especialmente durante los fines de semana en el verano. Pero si planea un poco, puede evitar estas esperas cruzando el río Niágara por el Puente de la Paz en Búfalo, Nueva York, a aproximadamente 25 millas al sur de las cataratas.


Hay una extensión rocosa junto a las cataratas que sirve como maravillosa plataforma de observación con vistas panorámicas de la Cascada de la Herradura y de las otras cascadas americanas menores.


Esta saliente rocosa de cientos de metros de ancho y un kilómetro de largo ha sido transformada en el hermoso Parque Victoria. Y si bellas son en verano, en el invierno y por la noche son igualmente espectaculares.


La zona de Clifton Hill tiene algo para todos los gustos. Ubicada a una cuadra de las cataratas, cuenta con 35 atracciones, entre ellas la Rueda del Cielo del Niágara, la rueda de observación más grande de Canadá, con una impresionante altura de 175 pies por encima de la ciudad.


La rueda ofrece unas vistas increíbles de la Herradura y las Cataratas del lado americano, tanto durante el día como a la noche.


Clifton Hill también es el lugar para salir de noche ya que tiene clubes nocturnos, clubes de comedia, casinos y cafés que permanecen abiertos hasta tarde.

Y ya sabe, si usted es anda de visita por Canadá recuerde que la vida podría de repente llenarse de hermosos colores si observa el Rainbow Bridge.



viernes, 17 de agosto de 2012

“Arroz Imperial, a la cubana”


“Arroz Imperial, a la cubana”
Por: Taimí Antigua Lorenzo
Fotos: de la autora


A finales de los años 80’s comencé a escuchar de la receta del arroz imperial. He oído hasta el día de hoy diferentes variantes, con distintos ingredientes, pero hoy les traigo la receta de la forma en que lo hacía mi mamá.

Este plato era muy socorrido en Cuba cuando se tenían unos cuantos invitados y un solo pollo. Y como las cubanas son tan “innovadoras” en la cocina -como en todo lo demás-, probablemente de ahí salió esta deliciosa comida.

Ingredientes:

-Un pollo entero, o un paquete grande de pechugas.
-3 tazas de arroz
-1 cucharadita de sal
-1 cucharadita de comino
-1 cucharadita de orégano
-1 lata de salsa o puré de tomate
- aceite de oliva, 4 cucharadas
-2 tazas de queso rayado (prefiero el mozarella)
-1 pimiento morrón (si fue malo en Artes Plásticas tenga listos 2 ó 3)
-1 pomo de aceitunas
-1 pomo de mayonesa (yo uso sólo la mitad)

Para un pollo entero, primero se debe cortar en trozos y ponerlo a hervir con una cucharada de sal. Cuando la carne esté blanda, se retira del fuego y se pone a refrescar. Luego se desmenuza la carne y se bota todo lo demás.

Prepare una salsa con aceite de oliva, ajos, una cebolla grande, una lata de salsa o puré de tomate, comino y orégano. Cuando esté lista agregue las masas de pollo y cocine por 5 minutos.

Con el caldo de la cocción es que se cocina el arroz. Para 3 medidas de arroz, use tres medidas y media de caldo. Agregue una cucharadita de bijol, ¡y nada de aceite!

Cuando el arroz esté cocinado, elija la bandeja donde lo servirá.  En el fondo ponga una capa de arroz. Unte mayonesa a gusto en la siguiente capa. Ponga una capa de pollo en salsa. Vuelva a poner una segunda capa de arroz, otra de mayonesa, otra más de pollo en salsa. Si la bandeja es profunda, puede poner la tercera y última capa de arroz.

Encima viértale las 2 tazas de queso rayado. Decore cortando los pimientos en forma de corona, cortándolo en tiras (utilice sus habilidades con la tijera de cocina).

En cada punta de la corona coloque una aceituna, y el resto úselas para ponerlas en el borde.

Ponga el horno a precalentar mientras tanto, hasta la temperatura de 350 grados F. Ya tiene el plato listo; ahora colóquelo en el horno por 20 minutos hasta que el queso se gratine y las capas se asienten. Cuide que el queso no se queme. Manténgalo en el horno hasta el momento de servir la mesa.

Le aseguro que esta delicia le gusta tanto a los hispanos, como a los árabes y a los canadienses. ¡A mí no me ha fallado hasta ahora! ¿Quieren un poquito? …¡Sírvase usted mismo!

sábado, 11 de agosto de 2012

“Fulford Place, el bello museo de Brockville, Ontario”



“Fulford Place, el bello museo de Brockville, Ontario

Por: Taimí Antigua Lorenzo
Fotos: Tomadas por de la autora y de internet

Fulford Place fue, entre finales del siglo XIX y principios del  XX, el hogar del senador George Taylor Fulford, un exitoso hombre de negocios y político canadiense. Él hizo su fortuna vendiendo principalmente una pastilla que combatía la anemia. Le llamaban "la píldora rosada para la gente pálida" (anunciada originalmente como Dr. Williams' Pink Pills for Pale People).
La pastilla se comercializó a través de Dr. Williams Medicine Company. El Reverendo Enoch Hill de M.E., la Iglesia de la Gran Unión en Iowa, avaló el producto en muchos anuncios de los años 1900s, diciendo que éste lo llenaba de energía y que lo curó de su dolor de cabeza crónico. Pasado el tiempo, el producto llegó a anunciarse en 82 países alrededor del mundo, incluyendo Canadá, los Estados Unidos y el Reino Unido.


George Taylor Fulford nació en Brockville, Alto Canadá, hoy Ontario, en  una familia de Loyalistas del Imperio Británico. Fue el menor de los hijos de Hiram Fulford and Martha Harris.
El Senador Fulford

En 1880, Fulford se casó con Mary Wilder White (1856–1946), una joven de sociedad de Wisconsin y tuvieron tres hijos.

                                         Retrato de Mary Fulford

Dorothy (1881–1949), la hija mayor, se casó con Arthur Charles Hardy, hijo del que fuera Premier de Ontario, Arthur Sturgis Hardy, en 1901 en una ceremonia celebrada en  Fulford Place.

La segunda: Martha (1883–1910) murió joven mientras daba a luz.


Pero el muy deseado heredero varón llegó cuando Mary tenía ya  46 años de edad. Con el tiempo este niño, George Taylor II (1902–1987) fue también un político y miembro de la Cámara Canadiense de los Comunes.

                                          George Taylor II


Volviendo a la historia, les cuento que los Fulfords tuvieron su mansión construida a la orilla del río San Lorenzo, en Brockville, donde también fueron construidas otras muchas hermosas mansiones.Es por ello que a esa área se le ha llamado por muchos años "El camino de los millonarios".


Fulford Place, en el centro, vista desde el río.

Muchas de estas mansiones eran propiedad de otros existosos hombres de negocios. En 1898, Fulford ordenó que sus propiedades fueran construidas en la King’s Highway, del lado este de Brockville.

El arquitecto A.W. Fuller, de Albany, New York, diseñó Fulford Place y la casa fue decorada elaboradamente en el estilo Beaux-Arts.
Fue terminada en 1901, y tenía 35 habitaciones, para un total de veinte mil pies cuadrados.

Como Fulford era una importante figura tanto en el mundo de la política como en el de los negocios, el entretenimiento era una de las funciones elementales de Fulford Place. La casa, además, tenía un gran salón, un comedor para 50 huéspedes, una espaciosa baranda con vista al río.


También contaba con un salón estilo rococó para las señoras, y una sala de fumar estilo morisco adjunta a un salón de billar para los caballeros.

De manera relevante, los terrenos de Fulford Place fueron diseñados por los Olmsted Brothers, y el recientemente restaurado jardín de estilo italiano es un raro ejemplo de privacidad.


El senador Fulford murió a los 53 años, el 15 de octubre de 1905 en Newton, Massachussets, Estados Unidos, en un accidente de tráfico. Según se ha reportado, él fue el primer canadiense muerto en un accidente automovilístico.

Fulford fue un filántropo y entregó considerables donaciones a instituciones como el Brockville Rowing Club, la iglesia Methodista de Wall Street, el Hospital General de Brockville, y al YMCA; en su testamento dejó una gran suma de dinero para establecer un hogar para mujeres indigentes.

En el momento de su muerte era el mayor accionista de la General Electric y estaba considerando comprar la compañía General Motors. Algunos de sus descendientes creen que él fue mandado a asesinar mediante una conspiración de la familia Rockefeller.


Como dato curioso les comento que los Fulfords tenían un yate llamado MAGEDOMA, por las iniciales de cada miembro de la familia: (MAry, GEorge, DOrothy, y MArtha). El yate fue construido en 1901 en  Wilmington, Delaware.Su primer dueño fue un zar de la industria maderera de Michigan, Charles Canfield, quien había nombrado al yate "CANGARDA", una combinación de su nombre y de su esposa Belle Gardner. Cuando Fulford lo compró lo mejoró muchísimo usando Madera de cedro de Cuba.


Este yate sirvió para entretener en paseos por el río a muchos huéspedes suyos como algunos primeros ministros, y en 1927, al Príncipe de Gales, al Duque de Kent y al Primer Ministro Británico. Durante la II Guerra Mundial la familia alquiló el yate a la Marina Real Canadiense y éste fue utilizado como nave de entrenamiento.Después de muchos avatares el barco se hundió parcialmente, pero hace poco fue restaurado y hoy en día lleva su primer nombre. 
La propiedad fue reducida a tres de sus originales 10 acres (40,000 m2) cuando el único hijo del millonario, George Taylor Fulford II, se vio forzado a vender lotes de su herencia para poder pagar el mantenimiento de la casa.
Él se mantuvo como propietario de Fulford Place hasta su muerte, cuando la dejó como legado a la Ontario Heritage Foundation (ahora Ontario Heritage Trust). Todos sus contenidos originales fueron después donados por su viuda y su hijo George Taylor Fulford III.

La casa es hoy en día un museo que refleja las decoraciones características del período Eduardiano. Fue designada como Sitio Histórico Nacional en 1992.
 
Por su belleza arquitectónica, Fulford Place es un sitio de obligada visita que usted disfrutará mucho si se encuentra visitando el área turística de las 1000 Islas del río San Lorenzo.